Basta la existencia de cualquier fecha cívica para que nuestra qurida patria paralice sus labores y se enfrasque en fiestas que poco provecho sacan.
En el distrito de Castilla, hace poco (no sé si en Piura también), se prohibieron las fiestas, mejor dicho parrilladas, polladas en plena vía pública.
Pero caso omiso algunas personas que a pesar de normas municipales no controlan su euforia, porque hasta ese punto de algarabía llegan, que alborotan las vías públicas de libre tránsito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario