Quienes a diario discurren a su centro de trabajo,estudios, o simplemente salen de casa por romper la rutina; se habrán dado cuenta (y no nos dejarán mentir) del deprorable estado de inmundicia en el que se halla nuestra ciudad.
Las aceras se han convertido en pocilgas de la miseria, vastas cloacas del olvido, manifestaciones de la extraordinaria administración gubernamental que tenemos, no es que seamos pesimistas ni mucho menos antiobristas (obras+obras), sino que hay que ser realistas.
Realsitas al manifestar la pésima estructuración de las alcantarillas, realistas al decir que Piura hace diez años que no prospera, sino que cae en un hoyo profundo y pantanoso.
Muchos jóvenes como nosotros, nos sentimos realmente frustados, y tome estilo nuestra prosa, de la realidad deprimente y paupérrima por la que atravesamos:
Niños que limpian carros, que son maltratados en las vías públicas,niñas prostituyéndose a plena luz del día por las avenidas Sánchez Cerro y Loreto.
Cada día que pasa, las piustas se rezquebrajan más de lo debido, llengando a semejarse a una coladera de huecos, por la que los turistas(si es que se atreven a visitarnos), se llevan una mala impresión.
Soluciones hay muchas, pero autoridades capaces, pocas; debemos de palntearnos proyectos concretos que al hacerse realidad, retribuyan en progreso.
Testimonio Crudo de unos niños:
Las aceras se han convertido en pocilgas de la miseria, vastas cloacas del olvido, manifestaciones de la extraordinaria administración gubernamental que tenemos, no es que seamos pesimistas ni mucho menos antiobristas (obras+obras), sino que hay que ser realistas.
Realsitas al manifestar la pésima estructuración de las alcantarillas, realistas al decir que Piura hace diez años que no prospera, sino que cae en un hoyo profundo y pantanoso.
Muchos jóvenes como nosotros, nos sentimos realmente frustados, y tome estilo nuestra prosa, de la realidad deprimente y paupérrima por la que atravesamos:
Niños que limpian carros, que son maltratados en las vías públicas,niñas prostituyéndose a plena luz del día por las avenidas Sánchez Cerro y Loreto.
Cada día que pasa, las piustas se rezquebrajan más de lo debido, llengando a semejarse a una coladera de huecos, por la que los turistas(si es que se atreven a visitarnos), se llevan una mala impresión.
Soluciones hay muchas, pero autoridades capaces, pocas; debemos de palntearnos proyectos concretos que al hacerse realidad, retribuyan en progreso.
Testimonio Crudo de unos niños:
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1 comentario:
Me gusta mucho tu expresión de realidad...!
sigue asi.. muestrales a todos las cosas como son!
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